Cuerpo

Mi cuerpo.
Mis brazos, mis piernas, mis ojos y mi lengua. Nariz, orejas, manos y pies. Deseosos de vibrar, sentir su fuerza arremeter,
al viento.
La graciosa energía que mueve mis miembros como si fuera ola mi cuerpo, como si de agua fuera mi piel y de cielo mis deseos.
Natural y salvaje, naturalmente indomesticable.
Respira el cuerpo en su piel y en su tiempo. Suda y ríe con el calor del deseo, es su sonrisa lujuria y es su lujuria exceso.
Vibra el cuerpo al compás del universo. Somos cuerdas afinadas al unísono, somos sintonía y perfecto anhelo.
Entonces
¿Qué es este cuerpo en el que no me veo?
¿Qué son estas piernas y brazos, qué son tantos pliegos?
¿Cómo surge este rechazo de mi mismo contra mí entero, de donde viene este exilio, por qué soy mi propio anti cuerpo?
Vibro a destiempo.
Algunos tañen mis cuerdas.
Algunos me desafinan.
Algunos interpretan melodías.
Otros escriben deseos.
¿Qué soy qué no me hallo aquí en donde estoy
con tanto de mí en mi propio cuerpo?
¿Qué son estas formas fuera de mi imagen y mi sueño? Son reales.
Pero acaso yo no las quiero.
Quiero moldearme como la arcilla bajo la lluvia
con manos de alfarero
construir(me) a mi antojo
ser mi padre y mi madre, ser mi hijo y ser
yo.
Seré yo algún día,
no más que yo, pero no menos.
Seré simplemente por ser
por desear
por explotar
de embriagante fuerza
y de incontenible exceso.
¡Seré yo pero sere tan yo...!
¡Tan mío, tan cierto... !
Seré tan pero tan...
que ya no seré
más que algo nuevo.

¿Qué hago mientras, aquí encerrado
detrás de una infinita pared
de sangre y de hueso?
¿Detrás de que costillas enrejadas
estoy yo?

Dónde?